El 04 de agosto de 1986, marcó un
hito en la historia del pueblo guaraní. Ese día, los mburuvichas de distintas
capitanías como Charagua (hoy autonomía Charagua Iyambae), Lima (hoy
Iupaguasu), entre otras se reunieron en la comunidad de Ivamirapinta, en la
zona Gran Kaipependi Karovaicho, con el objetivo de organizar una instancia de
representación legítima que defendiera los derechos, la unidad y el futuro de
todas las comunidades guaraníes. Así empezaba un camino firme hacia la
reconstitución de su territorio ancestral.
De ese encuentro nació un comité
impulsor que, durante meses recorrió las comunidades tejiendo sueños y
compromisos. Ese esfuerzo dio frutos el 7 de febrero de 1987, cuando en
Arakuarenda se fundó oficialmente la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG). En sus
inicios, la APG estaba conformada por seis capitanías; hoy son más de veinte,
presentes en los departamentos de Santa Cruz, Tarija y Chuquisaca.
La zona de Gran Kaipependi
Karovaicho es reconocida como la cuna de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG),
porque fue allí donde comenzó a gestarse el sueño de una organización, con voz
y rumbo propio. Por eso, cada año, Ivamirapinta se convierte en un punto de
encuentro para conmemorar esa historia viva. No es solo una mirada al pasado,
sino también una oportunidad para reflexionar sobre el presente, renovar la
lucha por los derechos y fortalecer la unidad y la identidad del pueblo
guaraní.
Al respecto, el mburuvicha
Nicolás Manuel, corregidor de la Comunidad Ivamirapinta, comentó: “La Asamblea
del Pueblo guaraní, nació aquí, porque los primeros dirigentes soñaron con una
organización que nos ayudara a luchar por nuestros derechos. Por eso, cada 4 de
agosto es una fecha muy importante para nosotros. Este año hemos preparado un
acto para conmemorarla con nuestra comunidad”. Al referirse a los cambios ha
traído la organización a lo largo de estos años, respondió: “Gracias a la APG
se han logrado cambios importantes, sobre todo en educación, salud,
infraestructura y acceso a la tierra. Ese era el sueño de nuestros antepasados.
Ellos abrieron el camino. Ahora nos toca a nosotros seguirlo y no olvidar lo
que nos dejaron, aunque a veces no sabemos valorar todo lo que nos han
heredado.”, concluyó el mburuvicha Nicolás Manuel.
Conversamos también con el
Lic. Isaid Aramayo, representante legal
del Yomboati Guasu, del Gobierno Autónomo Indígena Guaraní Kereimba Iyaambae,
quien manifestó: “El 4 de agosto es una fecha muy importante para nosotros. Sin
embargo, este año la conmemoración será más interna, debido a los comicios
electorales. No queremos que se malinterprete la situación. Por eso hemos
decidido hacer una reflexión colectiva, mirarnos hacia adentro y evaluarnos
como organización.”
A 39 años de aquel encuentro en
Ivamirapinta, el pueblo guaraní sigue caminando con la mirada puesta en el
horizonte de la autonomía, la justicia
y la vida plena. La Asamblea del Pueblo Guaraní no solo representa una
estructura orgánica, sino también la fuerza colectiva de generaciones que han
sabido defender su territorio, su cultura y su dignidad. Hoy, más que nunca,
ese legado llama a fortalecer la unidad, renovar los compromisos y no olvidar
que la lucha de ayer es también el desafío de hoy.



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