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martes, 26 de agosto de 2025

DÍA DE LA DIGNIDAD DE LAS PERSONAS ADULTAS MAYORES: DESAFÍOS DE UNA POBLACIÓN EN CRECIMIENTO

En Bolivia, cada 26 de agosto se recuerda el Día de la Dignidad de las Personas Adultas Mayores, establecido mediante el Decreto Supremo Nº 264, con el objetivo de promover sus derechos, ampliando los beneficios y descuentos establecidos por ley.

El Decreto Supremo, en su Artículo 2, parágrafo II, señala que para conmemorar esta fecha “las entidades públicas que trabajan en favor de este sector de la población programarán y desarrollarán brigadas de salud, jornadas de integración, actividades culturales y de recreación”. Asimismo, en el parágrafo III, dispone que “cada 26 de agosto, todas las instituciones públicas y privadas del sistema educativo boliviano realizarán actos públicos educativos para sensibilizar y promover el respeto a las personas adultas mayores”.

Por su parte, el Artículo 3 establece que los ministerios de Educación, Salud y Deportes deben incorporar en su planificación anual programas específicos de apoyo, desarrollo y protección del adulto mayor.

Sin embargo, pese a la existencia de este marco normativo, la realidad muestra que las personas adultas mayores no siempre reciben el trato digno que merecen en los distintos ámbitos de la vida social.

En el Pueblo Guaraní, las personas adultas mayores o Arakuaiya, ocupaban un lugar central en la comunidad: su palabra era ley y eran guardianes de la memoria colectiva. Hoy, los valores y la tradición oral transmitida de generación en generación se han debilitado; los jóvenes ya no se sienten motivados de participar en los espacios de escucha alrededor del fuego, o bajo la sombra del cupesí como en otros tiempos. Esta ruptura cultural amenaza la identidad y se constituye en desafío del pueblo guaraní, para recuperar la transmisión de la memoria oral y fortalecer su identidad, a la vez que se protege y honra a quienes dedicaron su vida a preservar la cultura, asegurándoles una vejez digna.

Según un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el envejecimiento de la población ha ido en aumento en los últimos años y seguirá creciendo. En América Latina y el Caribe, la población adulta mayor pasó del 9% en 2020 y se proyecta que alcance el 12% en 2030.

Ante esta realidad, las Naciones Unidas declararon el período 2021-2030 como la Década del Envejecimiento Saludable, una iniciativa global que busca promover un mundo en el que todas las personas mayores, junto con sus familias y comunidades, puedan vivir una vida larga, plena y saludable.

En Bolivia, uno de los principales retos del sector salud es enfrentar las enfermedades crónicas, principales causas de muerte en adultos mayores. A ello se suma la necesidad de capacitar al personal de salud, fortalecer la atención a la salud mental (para prevenir depresión y ansiedad) y generar espacios de participación activa en la sociedad.

Que este día no sea solo un homenaje simbólico, sino una oportunidad para concienciar y llamar a la reflexión a las autoridades bolivianas sobre la importancia de diseñar e implementar políticas públicas reales y efectivas en beneficio de las personas adultas mayores.




AUTORIDADES GUARANÍES IMPULSAN LA CONSOLIDACIÓN DEL DISTRITO 16 DE MARZO

El 21 y 22 de agosto se llevó a cabo una mesa técnica entre autoridades del Distrito Indígena Guaraní 16 de Marzo y el Viceministerio de Autonomías, con la participación de representantes de FORMASOL y CNAMIB, así como del Asambleísta Departamental por el pueblo guaraní, Dr. Ramiro Valle, y el asesor jurídico del Distrito, Dr. Iván Altamirano.

La reunión fue inaugurada por el mburuvicha Felipe Segundo, quien agradeció la presencia de los técnicos del Viceministerio y destacó la importancia de trabajar de manera conjunta en la consolidación del distrito. Posteriormente, intervinieron los mburuvicha del Distrito, representantes de las instituciones acompañantes y la Directora Ejecutiva de FORMASOL, Lic. María Aida Mojica Miranda, quien expresó su expectativa de que las jornadas de trabajo generen resultados concretos.

Durante la primera jornada, el representante del Viceministerio de Autonomías, Dr. Wilfredo Aruchari, presentó un análisis de la situación del Distrito Indígena 16 de Marzo, abordando sus antecedentes históricos, así como el marco legal y jurídico que respalda la creación de distritos indígenas en Bolivia. Tras la revisión de la documentación, se concluyó que la demanda del distrito se encuentra amparada por la normativa vigente. Asimismo, los técnicos del Viceministerio se comprometieron a brindar asesoría y acompañamiento a las autoridades del Distrito en el proceso de consolidación.

Como resultado, de esta mesa el Distrito Indígena Guaraní 16 de Marzo determinó: Presentar al Tribunal Electoral Departamental (TED) la solicitud de verificación de la elección del concejal mediante normas y procedimientos propios y solicitar al Gobierno Autónomo de San Julián formalmente, la inclusión del Distrito 16 de Marzo en la elaboración del POA municipal, a fin de garantizar recursos económicos.

En ese sentido, se planteó también gestionar una reunión con los vocales del TED, con la participación del Viceministerio de Autonomía, autoridades orgánicas y todas las instancias de apoyo técnico, con el objetivo de consolidar el Primer Distrito Indígena Guaraní 16 de Marzo, en el Municipio de San Julián.






 

lunes, 25 de agosto de 2025

FAMILIAS GUARANÍES, PREPARAN SUS ALIMENTOS CON LOS PRODUCTOS DE SUS HUERTOS

En el marco del proyecto “Fortalecimiento de capacidades en producción agroecológica y comercialización”, que impulsa FORMASOL en la entidad territorial Kereimba Iyaambae, con el apoyo de Misereor, en fechas 19 y 20 de agosto se llevó a cabo el primer taller de preparación de alimentos con verduras de los huertos familiares y huertos escolares, producidas por las familias guaraníes y estudiantes de las unidades educativas de incidencia del proyecto.

La actividad reunió a estudiantes y familias de las comunidades Kapirenda, Rancho Nuevo e Ivamirapinta, con el objetivo de promover el consumo de verduras para una alimentación más saludable. El taller contó con la participación de la nutricionista Lic. Ipoligenia Ugartechi, del Centro de Salud de Paja Colorada, quien compartió conocimientos sobre la preparación de ocho platos elaborados a base de verduras y hortalizas cultivadas en huertos escolares y familiares.

Con esta iniciativa, las familias dieron un paso importante hacia el fortalecimiento de la alimentación saludable, revalorizando la producción agroecológica local como una alternativa sostenible para el bienestar comunitario.

La participación conjunta de estudiantes y familias, permitió un valioso intercambio de saberes locales, reforzando los conocimientos de los jóvenes y fomentando la práctica de una alimentación sana en las comunidades de la entidad territorial Kereimba Iyaambae.

El entusiasmo de los participantes quedó reflejado en el testimonio de uno de los beneficiarios: “Me gusta sembrar verduras, de esto nomás ya vivo, ya me acostumbré a producir mis propias verduras, ya que las consumo y también las vendo”

De esta manera las familias guaraníes fortalecen su alimentación y reafirman el valor de la producción agroecológica, demostrando que la soberanía alimentaria empieza en los huertos y en la mesa de cada comunidad.







viernes, 15 de agosto de 2025

A 35 AÑOS DE LA MARCHA POR EL TERRITORIO Y LA DIGNIDAD

El 15 de agosto de 1990 marcó un antes y un después en la historia de Bolivia. Ese día, los pueblos indígenas de tierras bajas iniciaron la histórica Marcha por el Territorio y la Dignidad, un recorrido de 640 kilómetros desde Trinidad hasta la ciudad de La Paz, con el objetivo de exigir el reconocimiento de sus derechos territoriales y su dignidad.

Durante décadas, estos pueblos vivieron invisibilizados, y sus territorios fueron saqueados de manera sistemática. Fue a partir de las décadas de 1970 y 1980 que comenzaron a organizarse y a unificar sus demandas, siendo la principal de ellas el derecho al territorio. Así, en 1990, la marcha logró su cometido: el reconocimiento legal de los territorios indígenas, abriendo el camino para que Bolivia se reconociera como un país multiétnico y pluricultural, principio incorporado en la Constitución de 1994.

Hoy, a 35 años de aquella gesta, surge la pregunta inevitable: ¿En qué estado se encuentran actualmente los territorios indígenas y, en particular, el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS)?

Para responder, conversamos con la cacique de la Central de Pueblos Étnicos Mojeños del Beni (CPEM-B), Ruth Rocha, quien expresó: “Gracias a todos los que marcharon en 1990, hoy contamos con nuestro título que se llama Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure, TIPNIS. Pero, lamentablemente, no podemos decir que somos libres, porque hay avasallamientos en nuestro territorio. A esto se suma que nuestros Tata (abuelo) y Meme (abuela), que marcharon en 1990, han sido olvidados por el Estado boliviano”.

Rocha lamentó la falta de reconocimiento y asistencia a los protagonistas de aquella lucha: “En mi opinión, estas personas deberían ser reconocidas y recibir atención del Gobierno, especialmente en salud, al menos con un seguro médico. Hace poco murió el Tata Ernesto, y es lamentable que el Estado no reconozca a quienes dieron su vida por el territorio. Muchos marchistas viven en el olvido, cuando deberían ser valorados y apoyados”.

En vísperas de las elecciones para nuevas autoridades del Estado Plurinacional, Rocha dejó un mensaje claro: “Espero que las nuevas autoridades no se olviden de los pueblos indígenas. Que se respeten nuestros derechos y tengamos las mismas oportunidades que todos para acceder a salud, educación y demás derechos fundamentales”.

Por su parte, el cacique Víctor Manuel Palacio, presidente de la CPEM-B, rememoró la importancia de la fecha: “Esta marcha para nosotros es muy significativa. Por eso nos hemos reunido, antes de este día, para analizar el contexto y ver dónde estamos. Tenemos un mandato de nuestras bases: trabajar en la unificación de nuestras organizaciones y recordar el gran logro de 1990”.

Con voz firme, Palacio advirtió: “Si bien la marcha de 1990 fue un hecho histórico, hoy, a 35 años de resistencia, vivimos una crisis profunda. No hemos logrado consolidar nuestros territorios y tierras. Este día nos invita a reflexionar sobre cuál será el camino a seguir”.

En 1990, la Marcha por el Territorio y la Dignidad fue encabezada por los pueblos indígenas Mojeño Trinitario, Sirionó, Yuracaré, Movima y Chimán, a los que se sumaron otras naciones indígenas de tierras bajas hasta llegar a la sede de Gobierno.

Hoy, el desafío sigue siendo el mismo: unirse para defender el territorio, una lucha que no termina, pues estos espacios ricos en recursos naturales, continúan siendo explotados y comercializados sin la participación de los pueblos indígenas.

Foto: Central de Pueblos Étnicos Mojeños del Beni (CPEM-B)

Foto: Central de Pueblos Étnicos Mojeños del Beni (CPEM-B)

Foto: Central de Pueblos Étnicos Mojeños del Beni (CPEM-B)

Foto: Central de Pueblos Étnicos Mojeños del Beni (CPEM-B)


Foto: CNAMIB



martes, 12 de agosto de 2025

JÓVENES GUARANÍES FORTALECEN SU LIDERAZGO Y PARTICIPACIÓN COMUNITARIA

Cada 12 de agosto, el mundo celebra el Día Internacional de la Juventud, una fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas para reconocer el papel de los jóvenes en la construcción de sociedades más justas, inclusivas y sostenibles.

Hoy, las y los jóvenes asumen nuevos roles en la defensa de los derechos humanos. Según datos de la ONU, el 67% de la población mundial cree en un futuro mejor, siendo los de 15 a 17 años los más optimistas. Sin embargo, ese optimismo necesita herramientas, espacios y oportunidades que les permitan ser verdaderos agentes de cambio.

El lema de este año, “Acciones juveniles locales por los Objetivos de Desarrollo Sostenible y más allá”, subraya la importancia de que las grandes metas globales se convertirán en cambios concretos desde las comunidades.

En los pueblos indígenas, y particularmente en el pueblo guaraní, la participación juvenil ha cobrado fuerza. Un ejemplo es la Capitanía Gran Kaipependi Karovaicho, de la entidad territorial Kereimba Iyaambae, que ha elaborado una propuesta de Ley Autonómica para garantizar la presencia de jóvenes en la estructura orgánica de la organización y en todos los niveles de la entidad territorial.

El mburuvicha Víctor Hugo Taruire explica: "Como capitanía siempre hemos priorizado la capacitación de nuestros jóvenes, pero hay una dificultad: muchos, al continuar estudios superiores, se trasladan a las ciudades y se olvidan de su comunidad. Del 100% que sale, hoy en día solo un 20% estamos apoyando a nuestra comunidad u organización. Por eso buscamos reactivar su participación e incluimos un representante juvenil en la propuesta de ley. Ya tenemos un joven elegido que poco a poco se va involucrando”.

Sobre la propuesta, Taruire detalla: "Establece que cada comunidad y la capitanía cuenten con un representante juvenil, y que existe uno a nivel de la entidad territorial. Como capitanía ya tenemos un joven que se está empapando de la problemática juvenil. La propuesta se socializó en cada comunidad y esperamos que, en un Yomboat i Guasu, sea aprobado".

El representante juvenil de la Capitanía, Jorge Luis Camargo, comparte su visión: "La juventud guaraní enfrenta muchos problemas, pero uno central es la familia, porque son quienes nos transmiten principios y valores. Cuando ven que la organización ha caído en manos de la política, nos dicen: 'solo miente y no resuelve nada'. Esto nos lleva a desconfiar y alejarnos. Muchos buscamos oportunidades fuera de nuestras comunidades, lo que ha generado una crisis de liderazgo".

Camargo añade: "Ahora estamos intentando reactivar la participación juvenil. Aunque persiste la desconfianza, tenemos el reto de unirnos y participar. Estamos socializando la propuesta de ley en cada comunidad; hay entusiasmo, pero el gran desafío es despertar el interés. Tenemos mucho que aportar: cultura, potencial y voz propia. Debemos recuperar la confianza para fortalecer nuestra organización y nuestra identidad".

En este Día Internacional de la Juventud, el mensaje es claro: la participación juvenil no es solo un derecho, es una necesidad para el presente y el futuro de las comunidades. La fuerza de la juventud guaraní está en su capacidad de soñar, organizarse y actuar para que sus raíces sigan firmes y sus ramas crezcan hacia un futuro propio y colectivo. La juventud es el puente entre la memoria de los mayores y los sueños de días mejores. Escuchar y fortalecer su voz es garantizar que el latido de la comunidad nunca se apague.





sábado, 9 de agosto de 2025

EXTRACTIVISMO E INTELIGENCIA ARTIFICIAL: UNA AMENAZA PARA LA EXISTENCIA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS

Cada 9 de agosto se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. En este contexto es fundamental recordar que Bolivia es uno de los países con mayor diversidad y riqueza cultural del continente. Esta riqueza no ha sido preservada por una acción efectiva del Estado, sino por la resistencia y lucha sostenida de los pueblos indígenas, que han defendido sus derechos desde sus propios saberes, formas de vida y cosmovisiones.

Hablar de pueblos indígenas es hablar, por ejemplo, del pueblo guaraní: un pueblo profundamente ligado a la naturaleza, con conocimientos ancestrales y un modo de vida que prioriza la armonía con el entorno. A lo largo de la historia, los pueblos indígenas no solo han exigido sus derechos, sino también una participación plena y efectiva en las decisiones que afectan sus vidas y sus territorios.

Sin embargo, a las puertas del Bicentenario de Bolivia, los pueblos indígenas siguen enfrentando exclusión, desprotección y vulneración de sus derechos, pese a contar con leyes que los reconocen formalmente. Mientras se proyecta el futuro político del país con nuevas elecciones, los programas de gobierno siguen ignorando sus demandas, priorizando en cambio proyectos extractivistas que amenazan sus territorios y formas de vida. A ello se suman luchas históricas aún no resueltas: la defensa de sus tierras, el acceso a servicios básicos y la persistente discriminación estructural.

A este escenario se suma un nuevo desafío: la inteligencia artificial (IA). Para muchos, es una oportunidad de innovación y desarrollo. Sin embargo, para los pueblos indígenas representa también un riesgo latente. Porque no están siendo incluidos en el desarrollo de estas tecnologías. Esto podría traducirse en impactos directos sobre sus territorios, recursos naturales y formas de vida, sin consulta ni consentimiento. Además, la brecha digital es profunda: muchas comunidades aún no tienen acceso a tecnología básica, lo que agrava su marginación.

Frente a esta realidad, las Naciones Unidas han enfatizado la necesidad de reconocer a los pueblos indígenas como titulares de derechos, co-creadores de conocimiento y actores clave en los procesos de toma de decisiones. Solo con su participación plena se podrá avanzar hacia una innovación tecnológica verdaderamente inclusiva, respetuosa de la diversidad cultural y social, y que garantice la soberanía sobre los datos y el conocimiento indígena.

En este Día Internacional, conversamos con Fermín Avendaño, mburuvicha del Distrito Indígena Guaraní 16 de Marzo, quien reflexiona sobre la situación actual: “Como pueblos indígenas originarios, hemos conseguido avances importantes en derechos, pero esos derechos no se respetan por voluntad del gobierno, sino porque los exigimos constantemente. El Estado no nos reconoce como iguales, genera divisiones en nuestras organizaciones y actúa como si quisiera colonizarnos nuevamente. Pero nuestra lucha no es para hacer daño, sino para unirnos como pueblo guaraní. Aunque vamos lento, seguimos avanzando con el apoyo de algunas instituciones aliadas.”

Avendaño también se refirió al proceso electoral en curso: “Estamos por elegir nuevas autoridades, pero ningún candidato incluye en su propuesta a los pueblos indígenas. Eso muestra claramente que tendremos que seguir luchando, para que se respeten nuestros derechos conquistados durante estos años.”, añadió.

Respecto al acceso a nuevas tecnologías y su impacto en la juventud indígena, comentó: “Ante la ley todos somos iguales, pero en la práctica no es así. Nos marginan por nuestra forma de ser. Dicen que estamos en contra del progreso, pero eso no es verdad. Queremos aprovechar la tecnología para mejorar la educación, la salud y nuestros derechos. El problema es que la educación indígena es deficiente. Muchos niños deben estudiar y trabajar al mismo tiempo, y cuando pedimos becas, nos exigen los mejores promedios sin considerar nuestra realidad. Así es difícil acceder.”

Finalmente, concluyó con un mensaje claro y firme: “Sigamos luchando. Porque para nosotros, todo es lucha. Sigamos mejorando y siendo respetuosos de las leyes. Pero también exijo respeto para nuestros pueblos. Que no nos traten como indigentes, sino como iguales. Porque todos somos iguales. Muchas felicidades a todos y todas en este día.”

Hoy más que nunca, es imprescindible escuchar, reconocer y respetar a los pueblos indígenas como actores fundamentales en la construcción de un país verdaderamente plurinacional, justo y diverso. La tecnología no puede avanzar a costa de la exclusión. Sin la participación activa de los pueblos indígenas, ningún desarrollo será realmente humano ni sostenible.





viernes, 8 de agosto de 2025

SABERES GUARANÍES Y PLANIFICACIÓN COMUNITARIA FORTALECEN LAS AUTONOMÍAS DEL CHACO

En la ciudad de Camiri, del 30 de julio al 3 de agosto fue escenario del Tercer Curso Intensivo para la consolidación de las Autonomías de la Región del Chaco, un espacio de formación intercultural, con énfasis en la planificación comunitaria.

Este proceso formativo, fue resultado del trabajo conjunto entre Formación Solidaria (FORMASOL), el Servicio Estatal de Autonomías (SEA) y la Escuela de Gestión de Gestión Pública Plurinacional (EGPP), con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). La iniciativa tuvo como eje central el fortalecimiento de la planificación territorial desde una mirada comunitaria, integral y con identidad.

Participaron autoridades, líderes y lideresas de tres gobiernos autónomos: el Gobierno Autónomo Indígena Guaraní Kereimba Iyaambae, el Gobierno Autónomo Guaraní Charagua Iyambae y el Gobierno Autónomo Indígena Originario Campesino Guaraní Chaqueño de Huacaya. Durante el curso, compartieron experiencias, conocimientos y reflexiones en torno a sus procesos autonómicos, reconociendo el conocimiento ancestral guaraní como base fundamental para el desarrollo de sus territorios.

Los contenidos abordaron temas claves como: la historia de las luchas sociales, el Estado Plurinacional y los derechos de las autonomías, el deterioro ambiental y la defensa de la Madre Tierra, así como la gestión territorial comunitaria en los Gobiernos Autónomos Indígena Originario Campesinos (GAIOC). Los saberes guaraníes fueron el hilo conductor, generando aprendizajes colectivos y significativos.

Asimismo, se profundizó en herramientas de planificación comunitaria, evaluación y sistematización, desde una lógica vivencial, respetando los tiempos, formas y dinámicas propias de los pueblos indígenas.

Como resultado del proceso, se proyecta la creación de archivos comunitarios del saber ancestral, con el objetivo de resguardar, visibilizar y fortalecer la memoria colectiva de los pueblos guaraníes. Estos archivos se constituyen en herramientas estratégicas para la gestión territorial y para garantizar la continuidad de los procesos autonómicos en el tiempo.

El curso dejó no solo conocimientos técnicos, sino también un compromiso renovado con la vida comunitaria, la tierra y la autonomía, desde una perspectiva propia, legítima y profundamente enraizada en la cosmovisión guaraní.






 


miércoles, 6 de agosto de 2025

BICENTENARIO DE BOLIVIA

200 años de lucha y resistencia de los pueblos indígenas.

A 200 años del nacimiento de Bolivia, los pueblos indígenas continúan resistiendo y luchando, para que sus derechos sean reconocidos, y lo ejerzan plenamente en la construcción del estado plurinacional.

Desde la fundación de la República, los pueblos indígenas de tierras bajas han enfrentado múltiples formas de opresión: primero bajo el dominio colonial, luego ante un Estado centralista, y hoy frente a nuevas amenazas que ponen en riesgo su autonomía y sus territorios. Sin embargo, lejos de ser víctimas pasivas, han sido protagonistas activos en momentos decisivos de la historia nacional.

Un ejemplo temprano de esta participación es el levantamiento de 1813, cuando el pueblo guaraní, liderado por el mburuvicha Kuimbae, acompañó las primeras rebeliones armadas junto a los esposos Padilla. Años después, durante la Guerra del Chaco, los guaraníes estuvieron en primera línea defendiendo el territorio boliviano. Y aunque también han sufrido hechos dolorosos como la masacre de Kuruyuki en 1892, su espíritu de lucha no se extinguió. Al contrario, la resistencia guaraní se fortaleció, especialmente en las décadas de 1970 y 1980, cuando inició un proceso de reorganización que marcó un giro en la historia, abriendo camino hacia el reconocimiento del Estado Plurinacional.

Hoy, se puede afirmar que los pueblos indígenas han estado, están y estarán presentes en la construcción de Bolivia. Son un pilar fundamental del país, aunque esto implique seguir alzando la voz frente a los constantes atropellos a sus derechos. A lo largo de estos años, han logrado avances importantes, como el reconocimiento constitucional de sus derechos colectivos y la posibilidad de ejercer la autonomía indígena.

En el marco del Bicentenario de Bolivia, conversamos con el mburuvicha Guasu Carlos Sánchez de la Capitanía Charagua Norte, para conocer su opinión sobre estos 200 años de vida de Bolivia desde la mirada indígena: “En estos 200 años, pareciera que vivimos lo mismo. Aunque hay más derechos reconocidos, no hay escucha para los pueblos indígenas. Para que se respeten nuestros derechos, tenemos que hacer presión.”, expresó.

Le preguntamos por qué sucedió esto “Falta voluntad política, quiénes nos representan ante el gobierno van con un partido político y responden a los intereses del partido, no de la base. Por ejemplo, tenemos diputados indígenas, ¿y qué han hecho? Nada. Quizás también es responsabilidad nuestra ejercer control social sobre nuestras autoridades.”

Frente a las elecciones nacionales de agosto, preguntamos si veía posible algún cambio: “No creo. No veo que vaya a haber un cambio real, porque ningún partido político ha incluido en su propuesta a los pueblos indígenas. Vienen a ofrecer cosas que no responden a nuestra realidad. Y cuando nosotros planteamos proyectos, nos dicen que no hay recursos. Por eso creo que la situación seguirá igual.”

Y, sobre el futuro inmediato, alertó: “La situación se va a complicar. Ahora están poniendo los ojos en los recursos naturales que hay en nuestros territorios. Ya hay avasallamiento. Lo que queda es prepararnos para defendernos. Vienen proyectos como la venta de bonos de carbono y el Estado querrá entrar a los territorios sin diálogo ni buena fe. Por eso digo que, en estos 200 años, para los pueblos indígenas nada ha cambiado, y seguimos en resistencia.”

En contraste, el Lic. Isaid Aramayo, representante legal del Ñomboati del Gobierno Autónomo Indígena Guaraní Kereimba Iyaambae ofreció una mirada diferente: “Me siento feliz por estos 200 años que cumple Bolivia, por que nosotros como Entidad Territorial Guaraní Kereimba Iyaambae somos fruto de una lucha constante, que avanza hacia la consolidación de un Estado plural. A través de la autonomía, ya estamos ejerciendo la administración pública. Por eso, celebramos estos 200 años del hoy Estado Plurinacional.”

El gran desafío para los pueblos indígenas en este Bicentenario sigue siendo el mismo: la defensa del territorio, la protección de la casa común frente a los proyectos extractivos, y la lucha persistente contra el racismo y la discriminación. A 200 años de la fundación de Bolivia, la resistencia continúa.

“200 años de historia, de lucha y esperanza de los pueblos indígenas”




 

martes, 5 de agosto de 2025

FAMILIAS GUARANÍES COSECHAN SALUD Y AUTONOMÍA CON SUS HUERTOS

Del 21 al 25 de julio, el técnico agrónomo Remigio Romero Guayupari, de Formación Solidaria (Formasol), recorrió varias comunidades guaraníes de la Capitanía Gran Kaipependi Karovaicho para ver de cerca cómo van creciendo los huertos familiares y escolares que se vienen implementando. Esta actividad forma parte del proyecto “Fortalecimiento de capacidades en producción agroecológica y comercialización, para el desarrollo de las familias de la entidad territorial Kereimba Iyaambae”, con el apoyo de MISEREOR.

Durante su recorrido, Don Remigio comprobó que los huertos están dando buenos frutos. “Se nota el cambio en las comunidades donde se está trabajando. Es muy bonito ver los avances. Este año ya se han cosechado verduras en varias comunidades, tanto en los huertos familiares como en los huertos escolares”, compartió con entusiasmo.

Y es que los resultados ya se sienten. En la comunidad de Kapiakuandi, las mujeres cuentan que tener acceso a verduras frescas ha mejorado mucho su alimentación y también su economía. Ahora no solo gastan menos, sino que además venden lo que les sobran.

Doña Gladis Onco Cuéllar, de la Comunidad Kapiakuandi, nos contó con alegría: “Mi primera cosecha de zanahorias y repollos fue buenísima. Ya no tengo que ir a Charagua Iyambae a comprar verduras, porque ahora las tengo en casa, sanitas y recién sacadas de la tierra.”

También, en esa comunidad, Doña Julia Robles Vaca está feliz con su huertito: “Desde que tengo mi huertito, ya no gasto en verduras. Mi familia come mejor, sin químicos, y hasta gano un dinerito vendiendo con lo que nos sobra. Estoy muy contenta con todo lo que he aprendido.”

En Ivamirapinta, Jenni Zabalaga, se estrenó como productora y lo hizo con muchas ganas: “Es la primera vez que siembro verduras, y lo hago con mucha ilusión. Nunca pensé que yo misma podía cosechar tanto. Ahora hasta intercambio parte de mi cosecha por arroz u otros alimentos. Eso me ayuda a mejorar la alimentación de mi familia sin gastar de más.”

Lo que más le emociona es ver a sus hijos comiendo verduras frescas y sanas. Mientras muestra con orgullo sus tomates, zanahorias y cebollas, dice segura que la próxima cosecha será aún mejor. Y agradece a Formasol por todo lo aprendido, ya que ha cambiado su forma de ver la vida en el campo.

En Rancho Nuevo, don Mariano Ararigua recuerda cómo antes sembraban solo maíz, frejol, joco y yuca. “No sabíamos que se podía cultivar tanta variedad. Ahora, con el apoyo de Formasol y nuestros mburuvichas, tenemos huertos en casa comemos lo que sembramos.”

Don Mariano también vende un poco de su producción, y dice que ahora solo necesita comprar arroz y azúcar. Todo lo demás, lo saca de su huerto. Para él, esto no es solo ahorro, es también orgullo.

Doña Nanci Segundo, de Ivamirapinta, lleva dos años sembrando verduras y está feliz con los resultados. Antes, solo se dedicaba a los quehaceres del hogar y no conocía mucho de estos cultivos. “Ahora cuido mi huerto con cariño, es mi distracción y mi forma de alimentar mejor a mi familia. Antes, solo comíamos cebolla y papa, ahora siempre hay algo cosechado del huerto en el almuerzo”. También valora mucho el acompañamiento de Formasol: “No solo nos enseñan, también nos animan a seguir adelante.”

Todos estos testimonios muestran que cuando las comunidades tienen las herramientas y el acompañamiento necesario, sus vidas cambian. Comen mejor, gastan menos, generan ingresos y, sobre todo, las mujeres se fortalecen y se convierten en protagonistas del desarrollo local.

Marcial Venancio Guillermo, Responsable de Producción de la Capitanía Gran Kaipependi Karovaicho, también reconoce los avances: “Gracias a Formasol, muchas familias lograron una buena cosecha este año. En las comunidades donde se produce, ya se están alimentando con lo que cosechan, y eso ayuda muchísimo.”

Sin embargo, también habló de los desafíos. “La sequía sigue afectando. En algunas comunidades hay atajados para regar, pero en otras como Kapirenda no hay fuentes de agua. La que llega en cisterna apenas alcanza para tomar, y eso limita mucho el trabajo en los huertos. Las ganas están, pero sin agua es difícil.”

Antes de despedirse, hizo un pedido: “Ojalá el proyecto pueda llegar a más comunidades guaraníes. Los resultados están a la vista, y muchas familias necesitan este apoyo, más aún en estos tiempos tan duros que vive el país”.

Desde Formación Solidaria, estamos convencidos de que producir verduras y hortalizas en huertos familiares y escolares es sembrar salud, autonomía y futuro. Esta práctica no solo mejora la alimentación de las familias, sino que fortalece sus saberes, su vínculo con la tierra y su capacidad de decidir sobre su propia vida. Seguiremos acompañando estos procesos, porque cada semilla cultivada es una apuesta por la vida digna y el buen vivir.










lunes, 4 de agosto de 2025

39 AÑOS DEL PRIMER PASO HACIA LA RECONSTITUCIÓN DEL TERRITORIO GUARANÍ

El 04 de agosto de 1986, marcó un hito en la historia del pueblo guaraní. Ese día, los mburuvichas de distintas capitanías como Charagua (hoy autonomía Charagua Iyambae), Lima (hoy Iupaguasu), entre otras se reunieron en la comunidad de Ivamirapinta, en la zona Gran Kaipependi Karovaicho, con el objetivo de organizar una instancia de representación legítima que defendiera los derechos, la unidad y el futuro de todas las comunidades guaraníes. Así empezaba un camino firme hacia la reconstitución de su territorio ancestral.

De ese encuentro nació un comité impulsor que, durante meses recorrió las comunidades tejiendo sueños y compromisos. Ese esfuerzo dio frutos el 7 de febrero de 1987, cuando en Arakuarenda se fundó oficialmente la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG). En sus inicios, la APG estaba conformada por seis capitanías; hoy son más de veinte, presentes en los departamentos de Santa Cruz, Tarija y Chuquisaca.

La zona de Gran Kaipependi Karovaicho es reconocida como la cuna de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG), porque fue allí donde comenzó a gestarse el sueño de una organización, con voz y rumbo propio. Por eso, cada año, Ivamirapinta se convierte en un punto de encuentro para conmemorar esa historia viva. No es solo una mirada al pasado, sino también una oportunidad para reflexionar sobre el presente, renovar la lucha por los derechos y fortalecer la unidad y la identidad del pueblo guaraní.

Al respecto, el mburuvicha Nicolás Manuel, corregidor de la Comunidad Ivamirapinta, comentó: “La Asamblea del Pueblo guaraní, nació aquí, porque los primeros dirigentes soñaron con una organización que nos ayudara a luchar por nuestros derechos. Por eso, cada 4 de agosto es una fecha muy importante para nosotros. Este año hemos preparado un acto para conmemorarla con nuestra comunidad”. Al referirse a los cambios ha traído la organización a lo largo de estos años, respondió: “Gracias a la APG se han logrado cambios importantes, sobre todo en educación, salud, infraestructura y acceso a la tierra. Ese era el sueño de nuestros antepasados. Ellos abrieron el camino. Ahora nos toca a nosotros seguirlo y no olvidar lo que nos dejaron, aunque a veces no sabemos valorar todo lo que nos han heredado.”, concluyó el mburuvicha Nicolás Manuel.

Conversamos también con el Lic.  Isaid Aramayo, representante legal del Yomboati Guasu, del Gobierno Autónomo Indígena Guaraní Kereimba Iyaambae, quien manifestó: “El 4 de agosto es una fecha muy importante para nosotros. Sin embargo, este año la conmemoración será más interna, debido a los comicios electorales. No queremos que se malinterprete la situación. Por eso hemos decidido hacer una reflexión colectiva, mirarnos hacia adentro y evaluarnos como organización.”

A 39 años de aquel encuentro en Ivamirapinta, el pueblo guaraní sigue caminando con la mirada puesta en el horizonte   de la autonomía, la justicia y la vida plena. La Asamblea del Pueblo Guaraní no solo representa una estructura orgánica, sino también la fuerza colectiva de generaciones que han sabido defender su territorio, su cultura y su dignidad. Hoy, más que nunca, ese legado llama a fortalecer la unidad, renovar los compromisos y no olvidar que la lucha de ayer es también el desafío de hoy.





sábado, 2 de agosto de 2025

17 AÑOS FORTALECIENDO LA EDUCACIÓN INTERCULTURAL INDÍGENA EN TIERRAS BAJAS

El 2 de agosto de 2008, mediante el Decreto Supremo Nº 29664, nació la Universidad Guaraní y de los Pueblos Indígenas de Tierras Bajas “Apiaguaiki Tüpa”. Esta Universidad fue creada como parte del proceso de descolonización de la educación superior en Bolivia, con la misión de formar profesionales desde la visión y realidad de los pueblos indígenas.

Desde entonces, la UNIBOL Guaraní viene apostando por una educación con enfoque humanista, comunitaria y productivo, que busca unir los saberes ancestrales con los conocimientos científicos, para contribuir al desarrollo integral de los pueblos indígenas de Tierras Bajas y del Estado Plurinacional.

En estos 17 años, la universidad ha formado jóvenes con formación técnica, científica, y comunitaria, bajo un enfoque intracultural, intercultural y plurilingüe, con el fin de que puedan aportar a sus comunidades desde sus propios territorios. 

Según datos de la UNIBOL Guaraní, hasta la fecha se han graduado 506 profesionales en las carreras de Ingeniería Forestal, Ecopiscicultura, Petróleo y Gas, y Medicina Veterinaria y Zootecnia.

Si bien se han logrado importantes avances, todavía hay retos por superar. El vicerrector, Lic. Yimmi Campos, señaló que uno de los principales problemas sigue siendo el tema económico. “Además, ha bajado la cantidad de estudiantes, sobre todo del pueblo guaraní. No solo por razones internas, sino porque ahora existen más opciones de estudio en otras zonas más cercanas. Eso hace que muchos jóvenes no lleguen hasta nuestra universidad”, explicó.

Actualmente, la carrera con más demanda es Medicina Veterinaria y Zootecnia. En cambio, Ingeniería en Petróleo y Gas ha perdido fuerza debido a la caída del sector petrolero y la crisis económica. “Estamos analizando si las carreras que ofrecemos siguen siendo útiles y pertinentes. Si ya no responden a las necesidades actuales, habrá que cerrarlas y abrir otras más acordes con lo que necesitan los jóvenes y sus comunidades”, añadió Campos.

Otro tema pendiente es el seguimiento a los egresados. El vicerrector reconoció que ese vínculo no se ha trabajado de manera sistemática: “Algunos egresados se acercaron con ideas o emprendimientos, pero no se les dio respuesta. Queremos recuperar ese contacto, porque ellos también son parte fundamental de esta universidad”.

Uno de esos egresados es Saúl Anca Alcoba, Ingeniero en Petróleo y Gas, de la promoción 2014. Es guaraní del Distrito Indígena Guaraní 16 de Marzo, y contó su experiencia: “Después de salir de la UNIBOL, trabajé un tiempo en YPFB, pero como la empresa estatal contrata a través de subsidiarias, no pude quedarme mucho. Y ahora que ya no hay mucho movimiento en el tema petrolero, la demanda también bajó. Luego trabajé cinco años en el Gobierno Municipal de San Julián. Hoy tengo mi propio emprendimiento y estoy cerca de mi familia”.

Saúl también contó que, junto a su compañero Pedro Pereira y el subalcalde de su distrito, vienen trabajando una iniciativa para producir BIOL (fertilizante orgánico) a partir de desechos de cerdo. “Recolectamos los desechos, que son la materia prima, y comenzamos a hacer pruebas. Pero por falta de recursos económicos, el proyecto se detuvo. Ahora queremos retomarlo. Ya tenemos un prototipo, pero lo difícil es implementar, porque necesitamos apoyo financiero. Lamentablemente, no hemos recibido respaldo de las instituciones estatales para este tipo de emprendimientos productivos”, explicó Saúl.

En el marco del aniversario de la universidad, envió un mensaje especial a las y los estudiantes: “No tengan miedo. Cuando uno se gradúa, empieza la práctica, ahí es donde se ve la realidad. La carrera no es solo para buscar trabajo en una empresa o depender del Estado. En la UNIBOL nos enseñan que también podemos emprender desde nuestras comunidades. Ese es el verdadero sentido de lo que aprendimos.”

Formarse profesionalmente no solo abre puertas para trabajar, también ayuda a que los pueblos indígenas se fortalezcan desde dentro. Tener más técnicos, maestros, médicos o ingenieras indígenas significa autonomía, participación y más orgullo por lo que somos. Apostar por una educación intercultural, conectada con el territorio y la vida comunitaria, es fundamental para que las propias comunidades lideren sus procesos, con sus saberes y en su propia voz. Como decía Mateo Chumira: “La lucha ya no va a ser más con el arco y la flecha, sino con el lápiz, el papel y con nuestra sabiduría”.



Fotografía: Archivo Universidad Guaraní y de los Pueblos
Indígenas de Tierras Bajas “Apiaguaiki Tüpa”