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jueves, 16 de octubre de 2025

DÍA MUNDIAL DE LA ALIMENTACIÓN: FAMILIAS GUARANÍES RESISTEN LOS EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO

Cada 16 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Alimentación, una fecha que busca llamar la atención sobre la lucha contra el hambre y la malnutrición, problemas que siguen afectando en todo el mundo.

Según las autoras Ana Belén Martínez y Consuelo Pedrón, en su libro Conceptos básicos de la alimentación, comer no es solo una necesidad biológica, sino también una forma de relacionarnos con los demás y con nuestro entorno. “La alimentación es una actividad fundamental en nuestra vida señalan, porque además de nutrirnos, forma parte de nuestra vida social y cultural”.

Y es que alimentarse bien es vital para vivir, pero la realidad global muestra grandes contrastes. De acuerdo con la FAO, más de 673 millones de personas sufren de hambre, mientras que en otros lugares hay un aumento alarmante de obesidad y del desperdicio de alimentos. En pocas palabras, en el mundo de hoy conviven la abundancia y la escasez, una al lado de la otra, reflejando la crisis humanitaria que enfrentamos.

La pobreza y hambre hacen que muchas personas solo busquen saciar su apetito con lo que tienen a mano, sin poder elegir alimentos nutritivos. Esto termina afectando su salud y aumentando las enfermedades relacionadas con la mala alimentación.

El Día Mundial de la Alimentación fue proclamado en 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en recuerdo a su fundación en 1945. Este año, la FAO celebra 80 años de trabajo, reafirmando su compromiso con la construcción de sistemas alimentarios sostenibles y con el desafío de lograr un mundo sin hambre.

En Bolivia, la situación también refleja esta desigualdad. En muchas comunidades indígenas, las familias aún luchan por cubrir sus necesidades básicas y acceder a alimentos saludables.

Sobre esta realidad, conversamos con la Lic. Ipoligenia Ugartechi, nutricionista del Centro de Salud de Paja Colorada, perteneciente a la Capitanía Gran Kaipependi Karovaicho. Ella compartió su experiencia sobre la alimentación de las familias guaraníes de la zona y cómo enfrentan los efectos del cambio climático, que cada vez agrava más la crisis alimentaria.

“De un tiempo a esta parte, en nuestra capitanía, han ingresado los alimentos ultraprocesados, y muchas familias han optado por consumirlos, pese a que no aportan nutrientes. Al contrario su consumo está provocando casos de mal nutrición. Como resultado, hoy se registran  niños menores  de dos años con desnutrición aguda”, agregó.

A esta situación se suma el incremento de enfermedades como la diabetes, la hipertensión y otros males que antes no se conocían en el territorio. “Antes las familias guaraníes se alimentaban con productos propios del chaco, como el maíz, kumanda, poroto, gallina y otros alimentos que se producían en la zona”, explicó la Lic. Ipoligenia.

Sin embargo, otro factor que ha afectado golpea la región, las familias ya no pueden producir como antes. Para enfrentar esta situación y poder mantener a sus hogares, muchas personas se ven obligadas a migrar a otros lugares en busca de trabajo.

A pesar de las dificultades, Ipoligenia resaltó el esfuerzo que hacen las comunidades para mantener sus tradiciones alimentarias y recuperar los cultivos propios de la región.

“Lo importante es seguir fortaleciendo la producción local y enseñar a las familias a aprovechar mejor lo que tienen, combinando los alimentos para que la comida sea más completa y saludable”, expresó la Lic. Ipoligenia.

En este Día Mundial de la Alimentación, su mensaje nos recuerda que comer no debería ser un privilegio, sino un derecho, y que garantizar una buena alimentación para todas las familias, especialmente las de los pueblos indígenas, sigue siendo una tarea pendiente que nos involucra a todos.

 












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