EVALUACIÓN DE LOS CURSOS DE LA EGTI EN LA REGIÓN DEL CHACO

En la ciudad de Camiri, el 30 de octubre, en las instalaciones del Concejo Educativo del Pueblo Guaraní (CEPOG) se llevó a cabo el Concejo Educativo de la Escuela de Gestión Territorial Indígena Originario Campesina (EGTI), un espacio de diálogo y evaluación, que contó con la participación de la Lic. María Aida Mojica Miranda, Directora Ejecutiva de Formación Solidaria, autoridades orgánicas y participantes de las GAIOCS de Charagua Iyaambae, Kereimba Iyaambae, Huacaya, además de la participación virtual de las autoridades de las AIOC Uru Chipaya.

El encuentro tuvo como propósito evaluar el proceso formativo de jóvenes indígenas y autoridades en ejercicio, quienes se vienen preparando para fortalecer la gestión pública intercultural en sus territorios. Este proceso es impulsado por Formación Solidaria (FORMASOL), en coordinación con el Servicio Estatal de Autonomía (SEA) y la Escuela de Gestión Pública Plurinacional (EGPP).

Durante este proceso formativos, los participantes desarrollaron cuatro módulos formativos, que hacen referencia a la identidad cultural, territorio, derechos de los pueblos indígenas, investigación, planificación y gestión pública

Estos espacios de aprendizaje han sido fundamentales para fortalecer las capacidades locales y avanzar hacia una gestión territorial comunitaria sostenible y resiliente en las Autonomías Indígenas Originaria Campesinas (AIOC) de Santa Cruz, Chuquisaca y Oruro.

La metodología de la EGTI se basa en la investigación-acción, una forma de aprender haciendo. Cada módulo combinó tres momentos importantes: 

• Formal intensivo, con sesiones de aula y docentes.
• Prácticas de campo con acciones de investigación participativa.
•  El Servicio comunitario, para la réplica y validación de lo aprendido.

Esta combinación permitió que los conocimientos no solo se queden en el aula, sino que se traduzcan en acciones concretas para mejorar la gestión de los territorios.

Más de 70 participantes de la Región del Chaco boliviano y 11 de Uru Chipaya, han fortalecido sus conocimientos en temas clave como el manejo ancestral del territorio, las luchas históricas por los derechos indígenas, la sostenibilidad ambiental y la planificación comunitaria.

Además, mas de 80 jóvenes, mujeres y hombres, hoy cuentan con las herramientas necesarias para apoyar a sus autoridades en la gestión de sus autonomías. Ellas y ellos han sido reconocidos por sus propias comunidades como técnicos locales comprometidos con el desarrollo de sus pueblos.

Con esta experiencia formativa, los Gobiernos de las Autonomías Indígena Originario Campesinas (GAIOC), cuentan con nuevas generaciones de líderes y lideresas preparados para acompañar los procesos de autonomía indígena, desde una mirada comunitaria e intercultural.

FORMASOL reafirma su compromiso de seguir acompañando estos procesos educativos que fortalecen la gestión territorial y promueven el ejercicio pleno de derechos de los pueblos indígenas.

FORMASOL Y LA DIRECTORA DISTRITAL DE EDUCACIÓN DE GUTIÉRREZ KEREIMBA IYAAMBE VISITARON HUERTOS ESCOLARES DE LA CAPITANIA GRAN KAIPEPENDI KAROVAICHO

Hoy 17 de octubre, la Directora Ejecutiva de Formación Solidaria, Lic. María Aida Mojica Miranda, junto a la Lic. Mari Tapia Flores, Directora Distrital de Educación de Gutiérrez Kereimba Iyaambae, realizaron una visita a los huertos escolares de las Unidades Educativas Rancho Nuevo, Ivamirapinta y Kapirenda, perteneciente a la Capitanía Gran Kaipependi Karovaicho.

Durante el recorrido se contó con la participación del técnico agrónomo, Remigio Romero Guayupari, responsable del asesoramiento técnico de los huertos, y de la Lic. Victoria Rodríguez Machuca, administradora de Formasol.

Cabe resaltar, que los huertos escolares implementados por Formasol se desarrollan en concordancia con los lineamientos del Proyecto Socioproductivo (PSP) de las unidades educativas mencionadas, con el propósito de fomentar la producción y el consumo de verduras frescas para promover una alimentación saludable en las y los estudiantes.

DÍA INTERNACIONAL DE LA ERRADICACIÓN DE LA POBREZA

Cada 17 de octubre se conmemora el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, una fecha que nos invita a reflexionar sobre una realidad que aún afecta a millones de personas en todo el mundo.

Esta fecha nació en 1987, cuando más de cien mil personas se reunieron en la Plaza del Trocadero, en París, el mismo lugar donde se firmó la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948. En esa ocasión se proclamó que la pobreza es una violación de los derechos humanos, y se hizo un llamado mundial a unir esfuerzos para ponerle fin.

Desde entonces, cada 17 de octubre se reconoce el esfuerzo y la lucha de quienes viven en condiciones de pobreza, dándoles voz para que compartan sus experiencias y sean protagonistas en la búsqueda de soluciones.

A esta dura realidad se suma la crisis climática,  que golpea con más fuerza a quienes menos tienen. Las comunidades más pobres son las que menos contaminan, pero son las que pagan el precio más alto ante los desastres naturales, perdiendo cosechas, viviendas y, muchas veces, vidas.

Frente a esto, la ONU impulsa distintas acciones para combatir la pobreza. Desde el año 2018 hasta el 2027 se desarrolla el Tercer Decenio para la Erradicación de la Pobreza, bajo el lema “Unidos para la Erradicación de la Pobreza”. Este compromiso busca que los gobiernos trabajen de forma coordinada para reducir las desigualdades y garantizar mejores condiciones de vida.

Sin embargo, la pobreza sigue siendo una realidad cercana, especialmente en los pueblos indígenas, donde muchas familias enfrentan la falta de empleo, tierras productivas, educación y acceso a servicios básicos.

En este contexto, conversamos con el mburuvicha Erwin Cuellar, quien compartió su mirada sobre cómo la pobreza afecta a las comunidades indígenas y qué acciones podrían ayudar a mejorar su situación.

El mburuvicha Erwin Cuéllar, del territorio indígena guaraní Kereimba Iyaambae, explicó que la pobreza en las comunidades no solo se refleja en la falta de dinero, sino también en las limitaciones para acceder a derechos básicos como la tierra, la educación o la salud.

“En estos momentos se vive un desequilibrio, en lo económico, político y ambiental. Esta crisis económica no solo se vive en Bolivia, sino en América Latina, donde prevalece la economía de los ricos, por ende, los pobres son los más vulnerables. Además, a esto se suman las guerras en Medio Oriente y Rusia contra Ucrania. Los efectos colaterales, llegan hasta las comunidades guaraníes, y repercuten directamente en la economía de las familias, por ejemplo, la subida del dólar, ha provocado la subida de la canasta familiar, y con eso, no hay fuente de trabajo para acceder a lo básico y afrontar esta crisis económica”, manifestó.

Pero, ¿Qué acciones se puede tomar para enfrentar esta crisis?, al respecto se refirió:  

“Debemos buscar otro mecanismo, por ejemplo, para garantizar la seguridad alimentaria, tenemos que empezar a producir nuestros propios alimentos, para ello se tiene que priorizar la producción en nuestras comunidades y contar con el apoyo de los gobiernos locales como también del Estado.

En el territorio Kereimba Iyaambae, las comunidades tienen limitado acceso al agua, sin ello no podemos producir, y creo que primero debemos solucionar este problema, para que podamos generar nuestra propia economía a partir de la producción de nuestras comunidades. También, falta que alguien nos lidere y nos ayudemos entre todos para salir de la pobreza”, concluyó.

A pesar de las dificultades, el mburuvicha destacó la fortaleza y unidad de las comunidades guaraníes, que siguen buscando caminos para salir adelante sin perder su identidad ni sus tradiciones.

En este Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, su mensaje nos recuerda que acabar con la pobreza no solo es un objetivo global, sino una responsabilidad compartida, que empieza por escuchar y valorar la voz de quienes viven esta realidad día a día.

 

DÍA MUNDIAL DE LA ALIMENTACIÓN: FAMILIAS GUARANÍES RESISTEN LOS EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO

Cada 16 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Alimentación, una fecha que busca llamar la atención sobre la lucha contra el hambre y la malnutrición, problemas que siguen afectando en todo el mundo.

Según las autoras Ana Belén Martínez y Consuelo Pedrón, en su libro Conceptos básicos de la alimentación, comer no es solo una necesidad biológica, sino también una forma de relacionarnos con los demás y con nuestro entorno. “La alimentación es una actividad fundamental en nuestra vida señalan, porque además de nutrirnos, forma parte de nuestra vida social y cultural”.

Y es que alimentarse bien es vital para vivir, pero la realidad global muestra grandes contrastes. De acuerdo con la FAO, más de 673 millones de personas sufren de hambre, mientras que en otros lugares hay un aumento alarmante de obesidad y del desperdicio de alimentos. En pocas palabras, en el mundo de hoy conviven la abundancia y la escasez, una al lado de la otra, reflejando la crisis humanitaria que enfrentamos.

La pobreza y hambre hacen que muchas personas solo busquen saciar su apetito con lo que tienen a mano, sin poder elegir alimentos nutritivos. Esto termina afectando su salud y aumentando las enfermedades relacionadas con la mala alimentación.

El Día Mundial de la Alimentación fue proclamado en 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en recuerdo a su fundación en 1945. Este año, la FAO celebra 80 años de trabajo, reafirmando su compromiso con la construcción de sistemas alimentarios sostenibles y con el desafío de lograr un mundo sin hambre.

En Bolivia, la situación también refleja esta desigualdad. En muchas comunidades indígenas, las familias aún luchan por cubrir sus necesidades básicas y acceder a alimentos saludables.

Sobre esta realidad, conversamos con la Lic. Ipoligenia Ugartechi, nutricionista del Centro de Salud de Paja Colorada, perteneciente a la Capitanía Gran Kaipependi Karovaicho. Ella compartió su experiencia sobre la alimentación de las familias guaraníes de la zona y cómo enfrentan los efectos del cambio climático, que cada vez agrava más la crisis alimentaria.

“De un tiempo a esta parte, en nuestra capitanía, han ingresado los alimentos ultraprocesados, y muchas familias han optado por consumirlos, pese a que no aportan nutrientes. Al contrario su consumo está provocando casos de mal nutrición. Como resultado, hoy se registran  niños menores  de dos años con desnutrición aguda”, agregó.

A esta situación se suma el incremento de enfermedades como la diabetes, la hipertensión y otros males que antes no se conocían en el territorio. “Antes las familias guaraníes se alimentaban con productos propios del chaco, como el maíz, kumanda, poroto, gallina y otros alimentos que se producían en la zona”, explicó la Lic. Ipoligenia.

Sin embargo, otro factor que ha afectado golpea la región, las familias ya no pueden producir como antes. Para enfrentar esta situación y poder mantener a sus hogares, muchas personas se ven obligadas a migrar a otros lugares en busca de trabajo.

A pesar de las dificultades, Ipoligenia resaltó el esfuerzo que hacen las comunidades para mantener sus tradiciones alimentarias y recuperar los cultivos propios de la región.

“Lo importante es seguir fortaleciendo la producción local y enseñar a las familias a aprovechar mejor lo que tienen, combinando los alimentos para que la comida sea más completa y saludable”, expresó la Lic. Ipoligenia.

En este Día Mundial de la Alimentación, su mensaje nos recuerda que comer no debería ser un privilegio, sino un derecho, y que garantizar una buena alimentación para todas las familias, especialmente las de los pueblos indígenas, sigue siendo una tarea pendiente que nos involucra a todos.

 

MUJERES GUARANÍES FORTALECEN SUS CAPACIDADES EN ECONOMÍA FAMILIAR Y COMUNITARIA

Hoy 15 de octubre, en el territorio indígena guaraní Kereimba Iyaambae, se dio inicio al primer taller de fortalecimiento de capacidades en economía familiar y comunitaria, dirigido a mujeres guaraníes del Gobierno Autónomo Indígena Guaraní Kereimba Iyaambae (GAIGKI), actividad promovida por el Servicio Estatal de Autonomías (SEA), ONU Mujeres, en coordinación con la Fundación Sparkassenstiftung Alemana y Formación Solidaria (Formasol).

La actividad tiene como objetivo fortalecer las capacidades de las mujeres en el manejo de herramientas de alfabetización financiera, que les permitan organizar sus ingresos y gastos, planificar el uso del dinero y tomar decisiones adecuadas, contribuyendo así a la sostenibilidad y crecimiento de sus emprendimientos y actividades productivas, en el marco de los principios de la autonomía guaraní.

MUJERES RURALES: GUARDIANAS DEL CONOCIMIENTO DE LAS PRÁCTICAS CULTURALES Y SABERES ANCESTRALES

El 15 de octubre, se celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales, una fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2007 (resolución 62/136), como homenaje al papel fundamental que cumplen las mujeres en la producción agrícola, la seguridad alimentaria y la lucha contra la pobreza en las zonas rurales. Esta conmemoración busca visibilizar su trabajo y promover políticas públicas que fortalezcan su empoderamiento social, económico y político.

Sin embargo, a pesar de los avances en materia de derechos, las mujeres indígenas continúan enfrentando múltiples desafíos, como el limitado acceso a créditos para producir la tierra, la escasa capacitación en el manejo de recursos económicos y los impactos cada vez más severos del cambio climático.

 Así lo expresó la mburuvicha Elvira Irasavi, del territorio indígena Kereimba Iyaambae, enfatizó las dificultades que viven las mujeres guaraníes en su lucha por el bienestar de sus familias y comunidades.

“Nosotras las mujeres guaraníes, podemos acceder a créditos, sin embargo, no tenemos capacitación en el manejo de los recursos económicos, y eso nos da miedo de sacar un préstamo. Algunas mujeres, que acceden a estos créditos, como ser las madres solteras o viudas, logran acceder, pero son muy pocas.

En cuanto al cambio climático, en nuestro territorio podíamos sembrar de todo y tener buena producción, lo que garantizaba la alimentación, la salud y la educación de nuestros hijos. Pero en los últimos cuatro años hemos sido azotados por la sequía. Aún así buscamos la forma de garantizar la comida de nuestras familias. La vida se hace más difícil porque el agua, que es fundamental, ya no alcanza, y a todo esto debemos adaptarnos para resistir el cambio climático en nuestro territorio”, concluyó la mburuvicha.

FORMASOL reconoce y valora la fortaleza, la sabiduría y el compromiso de las mujeres rurales e indígenas que, a pesar de las adversidades, continúan trabajando para garantizar la alimentación y el bienestar de sus familias, sosteniendo prácticas de producción agroecológica y preservando los conocimientos tradicionales que fortalecen la autonomía y la identidad cultural de los pueblos indígenas.

En este día, FORMASOL reafirma su compromiso de seguir acompañando los procesos de formación, organización y liderazgo de las mujeres, promoviendo su participación activa en la construcción de territorios más justos, sostenibles y con equidad de género.

DÍA DE LA DESCOLONIZACIÓN

En Bolivia, el 12 de octubre se celebra el Día de la Descolonización, fecha establecida mediante el Decreto Supremo No 1005. Este día reemplaza al tradicional “Día de la Raza”.

La historia recuerda que un 12 de octubre de 1492, Cristóbal Colón llegó al continente americano, y en honor a ese acontecimiento se instituyó el Día de la Raza. Sin embargo, en los últimos años, muchas voces han cuestionado esta conmemoración, ya que la llegada de Colón trajo consigo el despojo, saqueo y genocidio de los pueblos indígenas del continente. Por ello, esta fecha es considerada también como el inicio de la invasión y colonización forzada por parte de los españoles.

A partir de esta reflexión, el 12 de octubre ha sido resignificado en gran parte de América Latina como el Día de la Resistencia Indígena, en reconocimiento a la incansable lucha de los pueblos indígenas por defender sus territorios, culturas, lenguas y formas de vida. Cada año, esta fecha celebra la resistencia que, por más de 500 años, ha sido el pilar de la existencia indígena en el continente.

Hoy, al revisar nuestra historia, comprendemos que los pueblos indígenas siguen resistiendo. Lo hacen en una sociedad moderna, pero enfrentando los mismos problemas: la defensa del territorio ante las amenazas de la minería, los megaproyectos, los avasallamientos y los agronegocios, entre otros. Estas acciones continúan poniendo en riesgo la vida de los pueblos indígenas y, en consecuencia, la de toda la humanidad.

En el caso boliviano, si bien se ha avanzado en materia normativa, la realidad de los pueblos indígenas sigue siendo similar a la de hace dos décadas. Por ello, es fundamental que el Estado haga cumplir las leyes que protegen los derechos de quienes han sido los guardianes de la Casa Común desde tiempos inmemoriales.

En este 12 de octubre, cuando se recuerda el Día de la Descolonización, nos preguntamos: ¿Qué celebran los pueblos indígenas de tierras bajas en Bolivia?

La respuesta la brinda el mburuvicha Marino Bellota, presidente del Consejo de Capitanes Guaraní de Santa Cruz, quien expresó:

“Como paso el 3 de octubre, cuando conmemoramos un año del nacimiento de nuestra organización CIDOB, no tenemos nada que festejar, porque hasta la fecha seguimos siendo oprimidos, no tenemos apertura para el diálogo. En ese sentido, no tenemos nada que celebrar hasta que se consolide y restablezca el derecho y la reivindicación en el departamento de Santa Cruz”.

El 12 de octubre no es un día de fiesta, sino de memoria. Es la voz de los pueblos que nunca se rindieron, la raíz que sigue sosteniendo el árbol, en medio de la adversidad, recordándonos que la resistencia es la forma más profunda de existir.

Fotografía: Rowel Cuellar Guardia - Comunicador Guaraní GKK 

Fotografía: Rowel Cuellar Guardia - Comunicador Guaraní GKK 

DÍA DE LA MUJER BOLIVIANA: UN LEGADO DE LUCHA Y RESISTENCIA

Cada 11 de octubre se conmemora el Día de la Mujer Boliviana, fecha instituida en honor al nacimiento de Adela Zamudio, escritora, poeta y activista que vivió entre los años 1854 y 1928.

Adela Zamudio es considerada la pionera del feminismo en Bolivia, por su compromiso con la educación laica y la reivindicación pedagógica, social y cultural de las mujeres. Su legado, ha abierto el camino para que hoy las mujeres bolivianas puedan desarrollarse en igualdad de condiciones y ser parte fundamental de la sociedad.

Sin embargo, a pesar de los avances logrados, la violencia sigue siendo una dura realidad. Muchas mujeres continúan siendo víctimas de agresiones y feminicidios. Frente a ello, las mujeres mantienen la resistencia y la lucha diaria por una vida libre de violencia y con justicia social.

En este contexto, surge la reflexión: ¿Qué logros pueden destacarse desde las mujeres indígenas? ¿Qué cambios reales se han dado?

La mburuvicha Silvia Chumira comparte su mirada:

“Lo que yo puedo decir es que hay épocas en las que se veía mucho protagonismo de la mujer, por ejemplo, antes de la llegada de los españoles. Sin embargo, ese protagonismo quedo en segundo plano, ya que la mujer difícilmente podía acceder a la escuela. Aun así, siempre fue el puntal en la educación de la comunidad, de la familia, de los niños y jóvenes.

No hablo solo de la educación escolar, sino de la educación integral, la que forma jóvenes Kereimba, para enfrentar los diferentes problemas. Si había que salir a defender, la mujer no dudaba en hacerlo. La historia nos demuestra que la mujer lideraba en la familia, en la producción, en el cuidado del territorio y en la transmisión cultural. Pero todo esto ha quedado en el pasado. Ahora tenemos leyes a favor de las mujeres, pero lo que falta es su verdadera implementación”.

Silvia Chumira también destacó los avances alcanzados en los últimos años desde el pueblo guaraní:

“Aunque vivimos con el recuerdo del pasado, no podemos desmerecer lo logrado después de resurgir como nación guaraní. La mujer guaraní ha vuelto a tomar protagonismo en la construcción y fortalecimiento de nuestras organizaciones.

Fuimos nosotras quienes ayudamos a levantar los pilares fundamentales del PISET y de los objetivos en producción, de infraestructura, salud, educación tierra y territorio. Porque quien trasmite la cultura es la mujer, y eso ha permitido que recuperemos el lugar que nos corresponde.

Hemos avanzado en unidad entre mujeres y hombres, y eso ha fortalecido nuestra organización”.

Finalmente, la mburuvicha Silvia Chumira dejó un mensaje para todas las mujeres:

“En este día quiero decirles que no bajemos la guardia.  No olvidemos a las Arakuaiya (sabias), que ya son muy pocas, pero guardan todo el conocimiento ancestral. En muchas comunidades la tenemos olvidadas. Por eso, entre todas y todos devolvámosles su lugar, tanto mujer como hombres”.

El Día de la Mujer Boliviana es una oportunidad para valorar la fuerza de las mujeres indígenas, guardianas del territorio, la cultura y la vida. Como dice la mburuvicha Silvia Chumira, es momento de devolverles su lugar a las Arakuaiya y seguir caminando juntas, mujeres y hombres, por la dignidad y la unidad de los pueblos indígenas.

 

DÍA MUNDIAL DE LA SALUD MENTAL

Cada 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, una fecha que nos invita a reflexionar, sensibilizarnos y actuar frente a los desafíos que enfrentan las personas en este ámbito. El objetivo es fortalecer la conciencia colectiva y promover políticas públicas, servicios y entornos comunitarios que apoyen del bienestar mental de todos y todas.

Esta jornada, celebrada en todo el mundo mediante campañas, encuentros y espacios de diálogo, nos recuerda que la salud mental es parte esencial de la salud integral, tan importante como la salud física.

El Día Mundial de la Salud Mental fue establecido en 1992 por la Federación Mundial de Salud Mental, con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para visibilizar los problemas que afectan a millones de personas y movilizar esfuerzos para su atención y prevención.

La OPS y la OMS coinciden en que la infancia y adolescencia son etapas decisivas para el desarrollo emocional y mental. Las experiencias en los primeros años de vida dejan huellas que pueden acompañar toda la existencia. En tal sentido, en las comunidades se debe promover un entorno familiar y social afectuoso, libre de violencia, discriminación o carencias, contribuye al bienestar de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes.

Sin embargo, cuando ese entorno se ve afectado, el riesgo de padecer ansiedad, depresión u otros trastornos mentales aumenta considerablemente. De hecho, la OPS advierte que la mitad de los problemas de salud mental comienzan antes de los 14 años, y que el suicidio es hoy la tercera causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años.

Pero, ¿Qué es la salud mental?

A esta interrogante responde la Psicóloga Tatiana Mercado, quien explica:

“La salud mental es un estado de bienestar mental, que permite a las personas realizar cualquier tipo de actividad. También puede entenderse como la conexión entre el corazón y el pensamiento. No se trata solo de la ausencia de enfermedad, sino de cómo nos sentimos, pensamos y actuamos de una forma tranquila y positiva. La salud mental implica equilibrio entre el bienestar emocional, psicológico, social y espiritual; todos estos aspectos conforman la salud mental.

¿De qué manera afecta la falta de bienestar emocional a las personas?

La licenciada Mercado señaló que la falta de bienestar influye en factores sociales y ambientales, afectando la manera en que las personas se relacionan con los demás. “Esto puede generar estrés u otras enfermedades. En Bolivia aún no tenemos una cultura de acudir al especialista en salud mental, en parte por los costos y porque en los centros de salud pública no existe una atención adecuada en esta área. Muchas personas no encuentran un espacio donde puedan expresar lo que les sucede.”

En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, la licenciada Mercado exhortó a la población boliviana a tomar conciencia sobre la importancia del cuidado emocional:

“Debemos afrontar la salud mental de manera integral. Es necesario que existan entidades que atiendan este tema y que se fomente la prevención, para evitar caer en una enfermedad. Si alguien está padeciendo estrés, debe buscar ayuda y cambiar hábitos para mejorar su bienestar mental”, concluyó la especialista.

Por todo ello, del 6 al 10 de octubre se celebra la Semana Interamericana de la Salud Mental, con el propósito de fortalecer la salud mental infantil y juvenil en las Américas y promover el trabajo conjunto entre comunidades, familias e instituciones.

También, en esta fecha, se hace un llamado a las autoridades, para que puedan desarrollar e implementar políticas públicas con un enfoque de derechos humanos, con el propósito de fortalecer y ampliar los servicios de atención de salud mental. Por lo tanto, se debe incluir presupuesto y personal de salud capacitados para atender estos problemas de salud.

Desde el territorio guaraní “Kereimba Iyaambae” se fortalece la vida desde la comunidad, es decir se reconoce que el cuidado de la salud mental se nutre de sus propias formas de vida, el diálogo, el trabajo comunitario, el respeto y la armonía con la naturaleza. En las comunidades, la palabra, la convivencia y la solidaridad son parte del equilibrio que sostiene la salud integral del pueblo guaraní.

En este día, se reafirma la importancia de cuidar la mente, el corazón y el espíritu, desde las familias, escuelas y organizaciones. Por lo que se tiene que priorizar el compromiso con la vida, el bienestar y la salud mental comunitaria, recordando que una sociedad más saludable será posible cuando todas las personas puedan vivir en equilibrio, con respeto, dignidad y alegría de vivir.

¡Cuidar la mente, es cuidar la vida”

QUINTO DÍA DE BLOQUEO SIN RESPUESTA DEL GOBERNADOR DE SANTA CRUZ

Hoy, lunes se cumple el quinto día de bloqueo de carretera que mantienen las 13 capitanías guaraníes, agrupadas en el Consejo de Capitanes Guaraní de Santa Cruz (CCGSC). La medida se desarrolla en la ruta nacional 9, a la altura del cruce entre El Espino y Camiri, y busca la atención directa del gobernador Luis Fernando Camacho a las demandas de la Nación Guaraní.

El bloqueo comenzó el 1 de octubre y responde a un pliego que incluye temas como electrificación, desayuno escolar gestión 2024-2025, perforación de pozos, límites territoriales, mejoramiento de camino, regalías hidrocarburíferas, la carretera bioceánica Ñembiguasu, salud y educación.

Hasta la fecha, el pedido de la nación guaraní no ha sido atendida por el gobernador, motivo por el cual las comunidades guaraníes decidieron mantener la medida de forma indefinida a partir del 6 de octubre.

El presidente del Consejo de Capitanes Guaraní de Santa Cruz, Marino Bellota, informó que ya no se dará ningún cuarto intermedio:

“A partir de las seis de la mañana se envió un comunicado a los medios de comunicación y a Tránsito indicando que nuestra movilización se intensifica. Se han sumado los cuatro distritos del Municipio de Cabezas, porque hasta ahora no tenemos respuesta de las autoridades. No hay apertura al diálogo; solo recibimos una convocatoria pública por los medios de parte de la subgobernadora, lo cual fue rechazado por las 13 capitanías. Siendo de la provincia, ella podía haber venido al punto de bloqueo. Convocarnos para el 8 de octubre demuestra que no hay voluntad de atender nuestras demandas. Por todo este acontecimiento es que el mandato de las capitanías guaraní es que la negociación se debe hacer en el punto del bloqueo, con el gobernador de Santa Cruz”.

El presidente del Consejo de Capitanes Guaraní de Santa Cruz, cuestionó la falta de voluntad política para resolver las necesidades de la nación guaraní y lamentó que, tras una década, deban volver a las carreteras para ser escuchados:

“Es lamentable que después de 10 años tengamos que salir nuevamente a bloquear para que una autoridad nos atienda. Lo más preocupante es que, después de cinco días de bloqueo en una ruta internacional, no haya ningún acercamiento de parte de las autoridades. Ante esta situación, la Nación Guaraní se mantiene firme con sus demandas”, concluyó.

Fotografía: Consejo de Capitanes Guaraní de Santa Cruz (CCGSC) 

Fotografía: Consejo de Capitanes Guaraní de Santa Cruz (CCGSC) 

43 ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE LA CONFEDERACIÓN NACIONAL DE PUEBLOS INDÍGENAS DE BOLIVIA

El 3 de octubre de 1982, en la ciudad de Santa Cruz, se fundó la Central Indígena del Oriente Boliviano (CIDOB), integrada en ese entonces por los pueblos chiquitano, ayoreo, guarayo y guaraní. La organización fue impulsada por Bonifacio Barrientos Iyambae, conocido como “Sombra Grande”, capitán grande del Isoso.

Bonifacio Barrientos Iyambae, conocido como “Sombra Grande”, nació en 1894 y fue excombatiente de la Guerra del Chaco. Desde 1936 hasta 1985 ejerció como capitán grande del Isoso. La realidad que enfrentaba el pueblo guaraní lo llevó a luchar incansablemente por sus derechos. Fruto de esa perseverancia, en 1946 logró el primer título de territorio para el territorio isoseño.

En 1982, impulsó la creación de una organización indígena que integró a los pueblos indígenas originarios de Santa Cruz. Con el tiempo, esta se consolidaría como la Confederación Nacional de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), que hoy agrupa a 34 pueblos indígenas de tierras bajas.

El 3 de octubre de 1985, fecha en que se conmemoraban tres años de la fundación de la CIDOB, Bonifacio Barrientos Iyambae falleció, dejando un legado que aún guía a las organizaciones indígenas: “Mantener la unidad de la organización y la independencia frente a los partidos políticos”.

A 43 años de vida de la Confederación Nacional de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), esta importante organización aún no ha logrado recuperar la unidad de sus bases. La octava marcha por la defensa del TIPNIS marcó un punto de quiebre, generando una división interna en la CIDOB y en sus diferentes regionales, fractura que persiste hasta hoy.

En las últimas dos décadas el avance no ha sido de manera significativa en las principales demandas de los pueblos indígenas de tierras bajas. En este nuevo escenario político y social que vive Bolivia, reencaminar esas demandas y trabajar por la unificación de los pueblos continúa siendo el gran desafío de la CIDOB en su 43 aniversario.

Fotografía: Archivo Red Bolivisión

DÍA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS DE EDAD

Cada 1 de octubre se conmemora el Día Internacional de las Personas de Edad, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 14 de diciembre de 1990, mediante la resolución 45/106. Esta fecha tiene como objetivo responder a las oportunidades y desafíos del envejecimiento poblacional en el siglo XXI y promover una sociedad más inclusiva y justa para todas las edades. El lema elegido para este 2025 es: “Las personas de edad impulsan la acción local y mundial: nuestras aspiraciones, nuestro bienestar y nuestros derechos”.

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la población mayor de 60 años se ha incrementado significativamente: de 541 millones en 1995 a 1.200 millones proyectados para 2025. Se prevé que en 2050 esta cifra alcance los 2.100 millones, y que hacia 2080 las personas mayores de 65 años superen en número a los menores de 18.

En este Día Internacional de las Personas de Edad, surge la pregunta: ¿tienen las personas mayores de los pueblos indígenas cubiertas sus necesidades básicas? ¿Gozan de una vida plena y de calidad dentro de las comunidades? ¿Cómo era el trato hacia ellos y cómo es la convivencia hoy?

Para responder, conversamos con el mburuvicha Valentín Abayo, presidente de la Organización del Adulto Mayor de la Capitanía GKK, quién lamento: “Las personas de edad vivimos en el olvido, porque ninguna autoridad vela por nosotros. No tenemos acceso a los servicios más elementales que necesitamos”. 

Sobre si disfrutan de una vida plena, Abayo señaló: “Si no tenemos acceso a los servicios básicos, se nos hace difícil gozar de una vida digna. Por eso nos estamos organizando para solicitar apoyo. Cuando éramos jóvenes, criamos a nuestros hijos; en el caso del pueblo guaraní, abrimos camino para que ellos estudian, y lo hicimos bien. Pero ahora que necesitamos de los más jóvenes, no recibimos ese apoyo. Nunca es tarde: debemos trabajar en un plan, que recoja nuestras necesidades y lo presentemos a las autoridades para que atiendan a las personas de edad”.

Con tristeza, la autoridad agregó que los principios y valores del pueblo guaraní se están perdiendo: “Ya no somos valorados como antes. Los jóvenes dicen que nuestro tiempo ya pasó y que no tenemos voz ni voto”.

Ante esta realidad, Abayo enfatizó la importancia de recuperar la unidad: “Debemos trabajar en la recuperación de nuestros principios, y eso solo se logrará mediante la organización. Primero, debemos unificarnos, porque hoy todas las organizaciones indígenas están divididas. Sólo así las personas de la tercera edad volveremos a ocupar nuestro lugar como Arakuaiya (sabios)”.

En esta fecha, expresamos nuestro reconocimiento y gratitud a las personas de edad, y en especial a los Arakuaiya, quienes han recorrido un largo camino de vida y continúan firmes para compartir su sabiduría y experiencias desde su propio modo de ser de los pueblos indígenas.