El Día Mundial de la
Salud, se celebra cada 7 de abril, fecha que fue proclamada oficialmente en
1946 por parte de 61 miembros de Naciones Unidas. Este año se dará inicio con una
campaña sobre la salud materna y del recién nacido, la cual se trabajará
durante todo el año. El lema es “Comienzos saludables, futuros esperanzadores”.
En ese sentido, se hace un llamado a los gobiernos y a la
comunidad de la salud a incrementar los esfuerzos para poner fin a las muertes
prevenibles de madres y recién nacidos, y
dar prioridad a la salud y el bienestar de las mujeres a largo plazo.
Según la Organización
Mundial de la Salud (OMS), “la salud es
un estado de completo bienestar físico,
mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”,
por eso se celebra el Día Mundial de la Salud, porque es un derecho básico
y universal al que todos deberíamos poder acceder a una atención sanitaria con calidad y
calidez, especialmente las poblaciones de escasos recursos, aunque esto sigue
siendo hasta ahora un desafío, porque no hay avances significativos, sino más
bien, se empeora la crisis política y económica que sufren muchos países del
mundo, principalmente los países en vías de desarrollo.
Mientras, que la
situación de la salud de los pueblos indígenas es aún más crítica, porque
enfrentan importantes desafíos en términos de acceso a servicios de calidad. Entre
los principales problemas de salud que afectan a estos pueblos se encuentran:
acceso limitado a servicios de salud; enfermedades crónicas y transmisibles
(por ej. la malaria, tuberculosis y el dengue); problemas de salud mental y por
último, las mujeres indígenas enfrentan barreras para acceder a servicios de
salud materna y neonatal, lo cual puede aumentar el riesgo de complicaciones
durante el embarazo y el parto.
Asimismo, destacar que la OPS y otras organizaciones
internacionales han implementado iniciativas para mejorar la situación de los
pueblos indígenas en Bolivia, así como la formación de promotoras de salud y la
implementación de programas de salud comunitaria. Sin embargo, es fundamental
que se continúen esfuerzos para abordar las desigualdades en salud y garantizar
el acceso a servicios de salud de calidad para todos.
Por otro lado, la
Organización Mundial de la Salud, muestran datos actuales referente a la salud
de mujeres y niños, donde manifiestan que 300.000 mujeres mueren durante el
embrazo o en el parto, y más de dos millones de recién nacidos fallecen en su
primer mes de vida, sin contar a los millones que nacen muertos.
Si las tendencias
actuales se mantienen, la Organización Mundial de Salud manifiesta que, 4 de
cada 5 países seguirán estando lejos de alcanzar las metas de mejora la
supervivencia materna hasta el 2030, y 1 de cada 3 no logrará las metas
relativas a la reducción de la mortalidad neonatal.
En ese sentido, desde la Organización
Mundial de la Salud, están conscientes y hacen un llamado a todas las
autoridades y servidores de salud, que las mujeres y las familias, dondequiera
que se encuentren, necesitan una atención de alta calidad y que se les apoye
física y emocionalmente, antes, durante y después del parto, para garantizar su
supervivencia.
¡Todos podemos poner fin
a la mortalidad materna y neonatal prevenible, está en nuestras manos!
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