El
planeta vive una crisis climática, ante esta situación, la Organización de
Naciones Unidas, viene impulsando diferentes programas para luchar contra esta
crisis, que está afectando al planeta y por ende a los seres humanos.
Por
ejemplo, una de estas acciones es el Día Mundial de la Tierra, la misma que
tiene por objetivo concienciar a la humanidad sobre los problemas de la
superpoblación, la contaminación y la importancia de la conservación de la
biodiversidad. Además, durante esta jornada se alienta a todas las entidades en
el plano nacional e internacional a convocar y organizar actividades
relacionadas con el cuidado de la naturaleza. En ese sentido, cada 22 de abril
se celebra el Día Mundial de la Tierra.
Por
otro lado, cabe mencionar que, desde las Naciones Unidas, también han declarado
el Decenio para la Restauración de Ecosistemas, este Decenio ha iniciado en 202
y termina el 2030.
El
Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas es una
oportunidad de regenerar el mundo natural del que todos dependemos. Por eso,
estos próximos diez años, son los que más importancia tendrán, según los
científicos, en la lucha por evitar el cambio climático y la desaparición de
millones de especies. A continuación, se detallan las diez acciones de la
estrategia del Decenio que plantea la Organización de Naciones Unidas:
1. Empoderar un movimiento mundial
El
objetivo global del Decenio de las Naciones Unidas es detener y revertir la
destrucción y degradación de miles de millones de hectáreas de ecosistemas. Es
una tarea descomunal, que complican aún más la inmensa diversidad de los
ecosistemas y los peligros a los que se enfrentan: desde los bosques frondosos
amenazados por quienes acaparan las tierras y los incendios forestales hasta
los suelos agrícolas tan erosionados ya que solo podrán soportar unos pocos
años más de cosechas. No hay ninguna entidad que pueda dirigir por sí sola el
rumbo de esta enorme labor. Por lo tanto, el Decenio de las Naciones Unidas se
ha concebido para conectar y potenciar las acciones de muchos. Los grupos y los
particulares podrán informarse acerca de las oportunidades de restauración que
haya en su zona. Pueden incorporarse a una iniciativa ya en marcha o emprender
la suya propia.
2. Financiar la restauración sobre el
terreno
La
restauración requiere recursos. Las organizaciones que impulsan las actividades
sobre el terreno suelen carecer de fondos suficientes y se enfrentan a una
inseguridad financiera a largo plazo. Si bien los beneficios que conlleva la
restauración superan con creces sus costos, se necesitan inversiones iniciales
por valor de miles de millones. Los gobiernos, los prestamistas
internacionales, los organismos de desarrollo y las empresas privadas tendrán
que incrementar su apoyo. Los particulares pueden considerar la posibilidad de
hacer donaciones destinadas a iniciativas que valgan la pena, que también
pueden ser en forma de tiempo o de conocimientos especializados.
3. Establecer los incentivos
adecuados
La
restauración es positiva para el planeta y para las personas; sin embargo,
muchas veces liderarla no se reconoce como es debido. El cuidado de la
naturaleza no solo obliga a realizar inversiones directas por adelantado;
también puede implicar tener que renunciar a parte de los beneficios económicos
que entrañan las prácticas menos sostenibles. No obstante, hay maneras de
cambiar esta situación: los subsidios agrícolas y pesqueros que muchas veces
financian prácticas nocivas podrían destinarse en cambio a apoyar la
restauración. A largo plazo, unos ecosistemas más sanos pueden producir mayores
cosechas, ingresos más seguros y un medio ambiente más saludable para las
personas.
4. Ensalzar el liderazgo
En
los últimos años, hemos presenciado un impulso increíble en torno a la
restauración. Las campañas de plantación de billones de árboles han despertado
el entusiasmo de muchas personas y las comunidades se han reunido para celebrar
festivales de plantación a gran escala. En el marco del Desafío de Bonn, más de
60 países se han comprometido a devolver a la vida 350 millones de hectáreas de
paisajes forestales. Desde hace generaciones, los pueblos indígenas actúan como
defensores de sus ecosistemas. El Decenio de las Naciones Unidas ensalzará el
liderazgo y alentará a más personas a dar un paso adelante.
5. Cambiar los comportamientos
Si
bien la restauración siempre es específica de un entorno local, las fuerzas que
impulsan la destrucción de los ecosistemas suelen estar relacionadas con
tendencias mundiales. Los hábitos de consumo mundiales provocan deforestación,
el agotamiento de las reservas pesqueras y la degradación de los suelos
agrícolas. El Decenio de las Naciones Unidas servirá para establecer una
cooperación con todos los asociados para identificar un consumo que favorezca
la restauración y fomentarlo. Esto puede ir desde los cambios en la dieta hasta
la promoción de productos basados en la restauración.
6. Invertir en investigación
La
restauración es compleja. Las prácticas que funcionan en un ecosistema quizás
tengan efectos adversos en otro. Surgen nuevas incertidumbres a medida que el
clima va cambiando. Es posible que no sea deseable el retorno a un estado
anterior, ya que el aumento de las temperaturas o la variación de los regímenes
de precipitaciones requieren plantas y cultivos más resistentes. Los
conocimientos científicos acerca de cómo pueden restaurarse y adaptarse los
ecosistemas todavía se están desarrollando. Hacen falta inversiones
considerables a fin de identificar las mejores prácticas para restaurar nuestro
planeta, yendo parcela a parcela.
7. Desarrollar la capacidad
Ya
se han puesto en marcha miles de iniciativas de conservación y restauración;
sus conocimientos especializados, visión y entrega servirán para impulsar el
Decenio de las Naciones Unidas. No obstante, estos profesionales suelen toparse
con numerosos obstáculos que impiden extender la aplicación de sus proyectos.
Otros sectores cruciales, como el financiero, necesitan más datos y
conocimientos para tomar decisiones bien fundamentadas. La estrategia del
Decenio de las Naciones Unidas da prioridad a desarrollar la capacidad de los
grupos marginados que más pueden perder a raíz de la continua destrucción de
los ecosistemas —como los pueblos indígenas, las mujeres y los jóvenes— para
que asuman un papel activo en la restauración.
8. Ensalzar una cultura de la
restauración
El
poder de regenerar nuestro medio ambiente no reside solo en los gobiernos, los
expertos y los profesionales, ni mucho menos: pasar de saquear el planeta a
curarlo representa un desafío cultural. La estrategia del Decenio de las
Naciones Unidas hace pues un llamamiento a los artistas, narradores,
productores, músicos y mediadores para que se unan a la Generación
Restauración.
9. Construir la próxima generación
Los
jóvenes y las generaciones futuras son los más afectados por las consecuencias
de la rápida destrucción actual de los ecosistemas. También son quienes más
pueden beneficiarse de la creación de empleos sostenibles basados en una
economía de la restauración. La estrategia del Decenio de las Naciones Unidas
establece un vínculo directo entre el bienestar de la juventud y los objetivos
de la restauración. La educación en favor de la restauración convertirá a los
niños de hoy en día en embajadores de los ecosistemas, proporcionará
competencias para empleos sostenibles y garantizará que los logros del Decenio
de las Naciones Unidas perduren mucho más allá de este período.
10. Escuchar y aprender
Nos
gustaría saber más de usted y de sus necesidades. Si es un profesional de la
restauración, por favor responda este breve cuestionario para ayudarnos a
conocerlo mejor.
Al
respecto del Día Mundial de la Tierra, se consultó al Sr. Celso Padilla, Presidente
del Tribunal de Justicia Indígena Originario Campesino de Bolivia, quien
manifestó lo siguiente: “Recientemente se
ha celebrado la COP28, y en la Cumbre 27 como en la Cumbre 28, han declarado
una vez más a los pueblos indígenas a nivel del mundo los guardianes de los
bosques, los guardianes de la naturaleza, guardianes de los territorios. Por
ello, es que se ha decidido a través de una declaración, donde el gobierno boliviano estuvo presente
en estas dos últimas cumbre mundiales, donde se pide a los estados firmantes,
de que los pueblos indígenas, declarado como los guardianes, como los
conservadores de los bosques, sean beneficiados directos económicamente sin
intervención de los estados o de los gobiernos, ahí pudimos ver que el gobierno
de Bolivia no quiso firmar esa declaración, ni Venezuela, ni Cuba, pero sí
otros países como Estados Unidos, firmaron de que sí estaban de acuerdo, que
los pueblos indígenas se merecían ese reconocimiento, por el cuidado que tienen
con la naturaleza, para que así ya no haya más incendios en los territorios,
como hemos sido testigos en estos últimos años, donde se ha perdido gran
cantidad de bosque y con ellos la vida silvestre”.
De
acuerdo a lo anteriormente expuesto, nos lleva a tomar conciencia sobre el
cuidado de la tierra, para enfrentar la crisis climática, que afecta a todos,
ya que, sin ella, la vida de la humanidad sería imposible.