En la cumbre sobre la alimentación de 1996, se
afirmó que “Existe seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen en
todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos
para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los
alimentos a fin de llevar una vida activa y sana.”
En
ese marco FORMASOL, en convenio con la Asociación de Comunidades Indígenas de
San Ignacio de Velasco (ACISIV), apoya
algunas iniciativas en 7 comunidades de San Ignacio de Velasco. Durante estos
años de trabajo se destaca el rol fundamental de las mujeres chiquitanas.
Sobre
el tema de seguridad alimentaria y la mujer, la FAO (Organización de
las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura)
afirma que las mujeres producen entre el 60 y el 80% de los alimentos de los países en desarrollo y
la mitad de los de todo el mundo. Los estudios de la FAO confirman que la
mujer, pilar de la agricultura de pequeña escala, del trabajo campesino y de la
cotidiana subsistencia familiar, tiene mayores dificultades que el hombre a la
hora de acceder a recursos como la tierra y el crédito y los insumos y
servicios que aumentan la productividad.[1]
Huerto del Grupo de Mujeres en Espíritu de la Frontera, SIV. |
Celia Salvatierra,
es una de las mujeres que forma parte del grupo de mujeres San Roque de
Espíritu. Aquí plantamos lechuga,
pimentón, zanahoria, berenjena, acelga, camote, yuca también da. Esta producción cuando ya está en época de
consumir nosotras vendemos aquí a la comunidad y a la empresa Anita, también
consumimos en la familia, los niños en especial. Ampliación queremos nosotros
con el huerto, que produzca y que así no falle la verdura. La extensión que tenemos es de 40 x 40. Nosotras ya exportamos, nos piden, entregamos
a las que venden en San Ignacio, manifestó Salvatierra.
Niña en el huerto de su familia, en Carmencita. |
Por su parte,
Dolores Mendez Lino, presidenta del grupo de mujeres de la comunidad Carmencita
señaló que es importante este trabajo, al menos en
tema de verdura, sobre todo para los niños que están en crecimiento, nos
beneficia porque tenemos para vender. Mi sueño es que produzcan, que sigan
adelante, en sacar la semilla es bueno, para no gastar lo poco que tenemos y
mejor sacar semilla para plantar las verduras.
Petrona
Arcumá de la comunidad San Lucas señaló que el trabajo como mujer es arduo,
puesto que cumplen doble jornada. Mi trabajo es ama de casa, los sábados
trabajamos con el grupo de mujeres en el huerto. Cuando
la presidenta llama al trabajo de la huerta, toditas participamos y
trabajamos. Yo les digo a las demás
mujeres que se animen, que es bonito trabajar en grupo así ambas se ayudan,
tanto en beneficio del chaco, porque nosotras trabajamos los sábados en la
huerta y a veces en los chacos también nos agrupamos, vamos un día a un chaco y
otro día a otro, nos ayudamos, remarcó.
Durante estos años
el trabajo se centró en la búsqueda de la equidad de género, por ello, se promovieron también actividades
que involucren a hombres y mujeres. Se motivó también a la participación de las
mujeres en el ejercicio de sus derechos, y así van surgiendo nuevos liderazgos…
Grupo de mujeres de la comunidad Carmencita en S.I.V. |
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