Cada 24 de septiembre
se conmemora el grito libertario de Santa Cruz, ocurrido en 1810. Esta fecha
recuerda la historia y la resistencia del pueblo cruceño, reconocido hoy como
emprendedor, hospitalario y pieza fundamental para el desarrollo económico del
país. Santa Cruz ha sido, a lo largo de los años, un motor de crecimiento para
Bolivia, destacándose en sectores como la agricultura, ganadería, comercio e
industria.
Sin embargo, a 215 años
del grito libertario, poco se dice de los habitantes originarios de este vasto
territorio, presentes antes de la fundación de la ciudad y protagonistas en los
levantamientos armados de la época. Nos referimos a los pueblos indígenas,
quienes aún habitan lo que hoy conocemos como Santa Cruz. Con frecuencia se los
menciona cuando se habla de cultura o identidad, pero pocas veces se les da la
palabra.
A pesar de ello, en los
últimos años se han dado pasos importantes hacia su reconocimiento,
especialmente a través de la Constitución Política del Estado, que visibiliza y
garantiza los derechos de los pueblos indígenas. Incluso antes de la
promulgación de la CPE, la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz
aprobó la Ley Nº 5 en 2008, que regula la elección de asambleístas, incluyendo
la representación de cinco asambleístas indígenas elegidos según sus usos y
costumbres.
Llegar a este punto ha
requerido años de trabajo y lucha. Uno de los hitos fue el proceso de
alfabetización iniciado en 1992, como recuerda Erwin Cuéllar, partícipe de este
esfuerzo:
“Este reconocimiento es
parte del trabajo que iniciamos con la alfabetización. Fue una secuencia de
acciones que nos permitió ser reconocidos en la Constitución Política del
Estado en 2009, ya que antes no se reconocía a los pueblos indígenas. Este
logro es fruto de las reivindicaciones que hemos impulsado. Hoy somos
reconocidos a nivel departamental y nuestro idioma está presente en cada
institución, algo que antes no ocurría. Después de muchos años, en Santa Cruz
se festeja el 24 de septiembre y hay grupos que hacen prevalecer el chiriguano.
Para nosotros esto es un avance, porque el guaraní por naturaleza ha sido
guerrero, y por eso los cambas se identifican con el ser guaraní. Eso es algo
positivo”.
Así, el 215 aniversario
de Santa Cruz no solo invita a celebrar su historia productiva y de desarrollo,
sino también a reflexionar sobre la importancia de reconocer y valorar a los
pueblos indígenas, quienes son parte esencial de su identidad y su presente.















