Desde tiempos antiguos, el pueblo guaraní ha vivido en armonía con la naturaleza. Según su sabiduría ancestral, todos los elementos del universo, como el sol, la luna y las estrellas, tienen un espíritu o dueño llamado Iya. Estos astros no solo iluminan el cielo, sino que también guían y acompañan la vida de las personas, dándoles orientación y sentido.
La cosmovisión guaraní se basa en una conexión profunda con la naturaleza. Todo está relacionado: los seres humanos, los animales, las plantas, el agua y los astros. Esta manera de ver el mundo les permite vivir en equilibrio y cuidar los recursos naturales de manera sostenible.
Sin embargo, muchas de estas creencias están desapareciendo. La pérdida de los sabios ancianos, conocidos como Arakuaiya, ha debilitado la transmisión oral de la cultura. Por eso, muchas niñas, niños y jóvenes hoy están cada vez más alejados de sus raíces y costumbres.
Un ejemplo de esto se ve en la Entidad Territorial Kereimba Iyaambae, donde ya no se realiza el ritual del saludo al lucero del alba. "Lamentablemente esta costumbre se ha perdido", expresó con nostalgia el Mburuvicha Edil Avendaño, de la Capitanía Gran Kaipependi Karovaicho.
Para recuperar y fortalecer esta identidad cultural, el Gobierno Departamental de Santa Cruz promulgó la Ley No 118, que declara como patrimonio cultural intangible del departamento al ritual del saludo al lucero del alba (Yasitata Guasu – Koë Mbiya). Esta norma tiene respaldo en la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia.
Desde el año 2003, cada 21 de junio el departamento de Santa Cruz celebra esta ceremonia guaraní, que marca el solsticio de invierno y el inicio de un nuevo ciclo. Es un momento especial en el que las comunidades se reúnen para compartir cantos, danzas, rituales y expresiones culturales.
Este año, la celebración se realizó en la comunidad guaraní de Pueblo Nuevo. Fue organizado por la Unidad Municipal de Pueblos Indígenas y Afrobolivianos del Gobierno Autónomo Municipal de Santa Cruz de la Sierra, junto con la Unidad Educativa Inocencio Román. Durante el día hubo una feria cultural y por la noche se realizó el ritual principal para dar bienvenida al nuevo año guaraní.
Aunque muchas familias guaraníes, especialmente en las áreas rurales, han dejado de practicar estas tradiciones, el Koë Mbiya es una valiosa oportunidad para recuperarlas. También es una forma de que el pueblo guaraní sea reconocido, respetado y valorado por las autoridades y por toda la sociedad.
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